El icónico patinete de la marca Segway no ha llegado a soplar 20 velas en su tarta de cumpleaños. La firma estadounidense ha decidido este verano dejar de fabricar el dispositivo ideado en 2001 para revolucionar la movilidad urbana.
El Segway Personal Transporter nació en la cabeza del empresario Dean Kamen con el objetivo de convertirse en el medio de transporte del futuro. Tanto es así, que en el momento de su presentación en el mercado el empresario llego a afirmar que este patinete de dos ruedas sería para el coche «lo que el coche fue para los carros de caballos». Tantas expectativas había en este nuevo invento que hasta Steve Jobs aseguró que su creación supondría una revolución más grande que la del ordenador personal.
Sin embargo, en su primer año, las ventas de este nuevo patinete no alcanzaron los objetivos fijados por la compañía. Es cierto que durante años hemos visto a muchos turistas, e incluso guardias de seguridad, circulando con este dispositivo, pero el Segway Personal Transporter no logró dar el salto a los ciudadanos de a pie. Algo no terminó de convencernos en este nuevo sistema de movilidad y sus creadores han decidido dejar de luchar contra los elementos y rendirse a esta evidencia.
Una decisión que conlleva despidos
El cese de la fabricación de este patinete no solo deja un vacío en las estampas de los monumentos más conocidos. También ha supuesto el cierre de la fábrica donde se encuentra su cadena de producción. El pasado 15 de julio, 21 de las 33 personas responsables de poner en las calles las dos ruedas de este dispositivo fueron despedidos. Los 12 restantes, continuarán al frente del servicio técnico que da soporte a las empresas que cuentan con estos patinetes en su flota de vehículos.
El padre del hoverboard
El Segway Personal Transporter no logró impulsar la revolución de movilidad que todos esperaban cuando salió al mercado. Pero eso no significa que estos 20 años hayan pasado en balde. El dispositivo ideado por Kamen ha dado paso a otro tipo de patinetes basados en su mismo funcionamiento, entre los que destaca el hoverboard.
Esta nueva forma de moverse por la ciudad tan moderna y llega de luces, colores y música, basa su funcionamiento en el invento del empresario norteamericano. El mecanismo es el mismo, inclinarse hacia delante para avanzar, hacia atrás para retroceder y variar la presión en los pies para girar hacia los lados. La única diferencia es la desaparición del manillar. Algo que puede parecer baladí, pero que resulta un aspecto bastante importante a la hora de guardar el patinete en casa o de subirlo a un bus o al metro.
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